Hace diez años, pensar en una “red social” era algo descabellado. Si
alguien nos sugería el concepto, seguramente lo tildaríamos de locura o
de alguna extravagancia digna de la ciencia ficción. Pero la verdad es
que las redes sociales ya estaban en movimiento, allanando el camino
para lo que son ahora. Redes sociales que han quedado en el olvido como
Friendster o Six Degrees fueron las pioneras, y agregaron
funcionalidades que más tarde fueron retomadas por sitios como MySpace.
Con la llegada de Facebook, las reglas del juego cambiaron. La
primera gran red social, que actualmente se está acercando a los mil
millones de usuarios y que tiene más “población” que algunos países del
mundo, comenzó a intervenir en el curso de la historia humana. No es una
exageración, las redes sociales están cambiando la forma en la que nos
comunicamos con otras personas, la forma en la que accedemos al
contenido multimedia, también la manera en la que nos informamos y hasta
la manera en la que navegamos y nos conectamos a Internet. Con la
llegada de redes sociales como Twitter, la información fluye con más
velocidad y nos llega directamente desde su fuente.