Una de las preguntas más grandes que surgen sobre el almacenamiento
en la nube es, sobre todo a nivel empresarial, ¿cuál es la seguridad que
tienen estos archivos? Al fin y al cabo, no están protegidos por
contraseña y cualquiera que pueda hackear nuestra cuenta puede tener
acceso a ellos? En realidad, a medida que se fueron popularizando estos
servicios fueron aumentando la apuesta en cuanto a seguridad además de
contar en internet con herramientas para medir la velocidad de internet.
Cada vez que enviamos archivos a los servidores de estos servicios,
los archivos son doblemente encriptados: cuando los enviamos, y cuando
llegan a destino. Por ende, es muy complicado de descifrar, aún para una
persona con amplios conocimientos. Los archivos que almacenamos en la
nube están perfectamente seguros, en servidores que solamente pueden ser
accedidos por determinadas personas con acceso de seguridad.
La verdad es que hoy en día este tipo de servicios es genial para poder sincronizar varios dispositivos a la vez en internet y teléfono.
Así, siempre tendremos nuestros archivos donde vayamos (tablets,
smartphones y otros dispositivos móviles) ya sea por negocio o por
diversión. Además, podemos compartir carpetas con otras personas, para
fomentar el trabajo colaborativo. Guardar nuestros archivos solamente en
la computadora, además, es una mala idea: nunca está de más tener un
back-up en caso de que algo suceda.